Título original: San Andreas
Año de estreno: 2015
Director: Brad Peyton
Trailer:
Todos sabemos el tirón que posee el género de las disaster movies en la industria del cine actual. La maquinaría de Hollywood no deja de funcionar y cada año tenemos cuatro o cinco películas sobre terremotos, tsunamis, volcanes, huracanes y demás desastres naturales en cartelera. Bajo esta premisa, nace San Andreas, film cuya trama principal gira en torno a la falla de San Andrés, grieta geológica de gran longitud que pasa por el estado de California en Estados Unidos y por Baja California en México. Con la mano en la corazón, tengo que deciros que soy bastante reacio a este género. Principalmente, desde que tuve que tragarme 2012, un truño de proporciones bíblicas de casi tres horas de duración, en el cual la trama era totalmente inexistente y sin duda (y confirmado por un servidor) podía dormir a un rebaño de ovejas en su primera media hora. Ahora nos llega esta película, dirigida por Brad Peyton (un novato especializado en producciones infantiles, como la secuela de Como perros y gatos o Viaje al centro de la Tierra 2) y mi impresión general es que este blockbuster veraniego, cimentado en la figura de Dwayne Johnson, no ofrece nada nuevo por lo que el espectador deba impresionarse, ni tampoco deja escenas para la memoria colectiva en lo referente a este género cinematográfico. Básicamente, nos encontramos con una amalgama de tópicos y clichés del cine de acción y desastres, adornados con unos geniales efectos especiales y con el aliciente de ver el cachas The Rock metido en el asunto.
El guión es un copia y pega de todo lo que hemos visto en otras películas del mismo tipo, como la ya mencionada 2012, Más allá de la vida o Lo imposible. En un primer momento, situamos dos líneas argumentales: por un lado, la que engloba al personaje de Dwayne Johnson, un padre de familia cuya esposa (interpretada por Carla Cugino) e hija (la hermosa Alexandra Daddario) se han distanciado del mismo tras el fallecimiento de su hija menor. La convivencia es inexistente y el divorcio, inminente. Esta subtrama se desarrolla a lo largo del film, siguiendo paso por paso los tópicos de la disaster movies, hasta desembocar en un final feliz, con el matrimonio y situación familiar reconstruidos. Después, tenemos la línea argumental enfocada a la falla de San Andrés y a la consecución de los terremotos. Sin ningún tipo duda, la película funciona mejor como un drama familiar que como obra científica o con sustentación geológica propiamente dicha. A mi entender, no se explica correctamente todo lo relacionado con el origen de los temblores, al menos a partir de los primeros 20 minutos de film. Otro factor que juega en contra de San Andreas es lo predecible de su desarrollo. Obviamente, no se le puede pedir demasiadas sorpresas a la película a nivel argumental, pero la total ausencia de tensión y emociones en las escenas de destrucción son un lastre atroz de la obra de Peyton.
En el campo de las actuaciones, encontramos luces y sombras. Dwayne Johnson, conocido como The Rock, desempeña su papel de forma correcta, e incluso aporta un interesante matiz de dureza al personaje, algo casi inédito en este género. La otra grata sorpresa, es Alexandra Daddario. No solamente es un bombón, que sabe hacer de inocente y delicada cuando toca, sino que además, en torno al tramo final del desarrollo del film, saca su lado más salvaje y aventurero. Se agradece ver un personaje femenino con estas características en el género, y además, apuntalado con una buena interpretación. El resto del reparto, correcto, sin más.
San Andrés no es, ni mucho menos, la película de desastres naturales que revolucionará el mundo del séptimo arte. Su guión, trama y desarrollo argumental caen en continuos clichés y agujeros, y no ofrecen ni un ápice de originalidad ni dramatismo. El final es predecible y tonto (no podía faltar el guiño a la nación americana). Sin embargo, la película no es un desastre absoluto: algunos de sus personajes están bien concebidos y sufren una correcta evolución a lo largo del film, las actuaciones son correctas (con algunas sorpresas, ya mencionadas) y en el campo visual, técnico y sonoro, este blockbuster cumple con creces. Una peliculita de verano, sin más.
Valoración: 2/5