jueves, 21 de julio de 2016

Halloween II: ¡Sanguinario!



Título original: Halloween II
Año de estreno: 1981
Director: Rick Rosenthal






Si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Es ley de vida, y como tal, se adapta a todo. Da igual si hablamos de comida, de música o de cine. Cuando un producto tiene éxito, la fórmula se mantiene a la hora de elaborar otros nuevos, respetando así los gustos del público, que es, a fin de cuentas, quien paga por consumir dicho producto. Esto mismo ocurre con todas las franquicias del cine, y Halloween no iba a ser menos. Tras el enorme éxito de la primera película, las productoras cinematográficas pusieron su atención en la obra de Carpenter, copiando sus esquemas y elaborando nuevas películas slasher con aspectos ligeramente distintos, pero con una base argumental y de desarrollo prácticamente idéntica. Así nacieron películas como Viernes 13 (Sean S. Cunningham, 1980), San Valentín sangriento (George Mihalka, 1981) o El asesino de Rosemary (Joseph Zito, 1981), todas ellas explotando el factor gore y ofreciendo al espectador cruentos asesinatos acompañados de grandes cantidades de vísceras y tripas, rompiendo así la magia que hizo grande al film de John Carpenter. 

Tres años después de la original Halloween, el productor Moustapha Akkad puso en marcha la secuela, contando para ello con la participación de los responsables de su predecesora. En esta ocasión, Carpenter no quiso dirigir la película, y se encargó de la producción, guión y música, mientras que Debra Hill colaboraría en la escritura del guión. El cineasta neoyorquino le comentó a Tommy Lee Wallace (uno de los responsables de la primera Halloween, y amigo de Carpenter) si quería dirigir el film, pero rechazó la oferta y abandonó el proyecto al leer el guión, que seguía por los mismos derroteros de la original, contando de nuevo con Michael Myers, Laurie Strode y el doctor Sam Loomis. Por tanto, se eligió para el puesto de director a Rick Rosenthal, que había dirigido un cortometraje que llamó la atención de John Carpenter. Por otro lado, esta vez la película si contó con una gran productora a su espaldas: la Universal Pictures, que había comprado los derechos de la franquicia tras el gran éxito de La noche de Halloween



Halloween II, o ¡Sanguinario! (que es como se la llamó aquí en España) contó con un presupuesto de 2,5 millones de dólares, superior al de la primera entrega, y recaudó 25 millones en cines de Estados Unidos, una cantidad menor a la conseguida por su antecesora, pero igualmente exitosa, superando a otras películas de terror estrenadas ese año como Viernes 13 parte 2 (Steve Miner, 1981) o El final de Damien (Graham Baker, 1981). La mayoría del elenco original repitió en esta secuela, que pretendió cerrar la historia de Laurie y Michael Myers, haciendo de continuación directa de Halloween, y conformando un único y largo acto terrorífico ambientado en la víspera de difuntos. La recepción fue buena, al público le gustó esta segunda parte y las arcas siguieron llenándose, gracias al merchandising y productos relacionados con ambas películas. 

Hablar de esta secuela no es nada fácil, pues existe una especie de ''leyenda urbana'' sobre quien dirigió realmente la película. La primera versión del film, filmada por Rosenthal en su totalidad, carecía del visto bueno de Carpenter y Moustapha Akkad, así como de la productora, por lo que esta mandó al director de la primera película rodar secuencias nuevas para sustituirlas por las filmadas por Rick Rosenthal, resultando así la versión definitiva de Halloween II. Esto se nota realmente en algunas escenas, que evocan a los planos, ángulos y perspectivas que vimos en La noche de Halloween. El estilo visual es calcado al de la original, mostrando una continuidad absoluta en el ritmo y la iluminación. Básicamente, ambas películas podrían conformar una sola, ya que visualmente son prácticamente idénticas, y comparten trama personajes y ambientación.



La película continúa justo unos segundos después del final de Halloween, rememorando el desenlace de esta en una especie de prólogo, para después continuar con los créditos iniciales y una nueva historia que se desarrolla en la misma noche que la primera. No voy a contar una sinopsis, pues no quiero destripar el final de la primera a aquellos que aún no la hayan visto, y además se trata de un segundo episodio que requiere del visionado del primero, pues repiten personajes y se continúan las tramas del film de John Carpenter. El desarrollo es enérgico pero respeta el elemento del suspense, pilar fundamental de su antecesora, utilizando los viejos trucos como la degradación de la luz o la vista en primera persona. En cuanto al guión, es efectivo e interesante, desvelando nueva información acerca del personaje de Michael Myers, así como aspectos relacionados con Laurie Strode y el doctor Sam Loomis. Este duo vuelve a estar interpretado por los mismos actores. Jamie Lee Curtis repite en el papel de Laurie, pese a que en esta ocasión se le da un menor protagonismo en detrimento del mayor peso argumental del doctor Loomis, que vuelve a ser interpretado por un excelente Donald Pleasence, mientras que Dick Warlock es el encargado de ponerse la mítica máscara de Michael Myers. En general, el resto del reparto está a un nivel correcto, destacando Lance Guest en el papel de Jimmy. 

A nivel artístico, esta segunda parte repite los mismos esquemas de la primera, utilizando escenarios lúgubres y oscuros, jugando con la iluminación y prevaleciendo los interiores para las secuencias de suspense. Otro aspecto destacable es la fuerte influencia del giallo (género del cine italiano que juega con el suspense y muestra los crímenes de un asesino) en la paleta de colores del film, apoyándose más en los rojos y verdes, a diferencia del color azulado a franjas de la primera película. Sin embargo, el creciente éxito de los slashers de la época contagió a esta Halloween II, que rompe con la decisión tomada en la original de no incluir apenas sangre. Aquí vemos a Myers acuchillar, decapitar y sembrar el terror, con escenas sangrientas que, si bien no llegan al nivel de otras películas como la ya nombrada Viernes 13, acercan a esta secuela al género slasher gore tan típico en la década de los 80. 



En la mayoría de apartados, Halloween II es inferior a Halloween, pero hay uno que resiste el tipo realmente bien, y está al mismo nivel: la música. John Carpenter repite como compositor de la banda sonora de la película, con la colaboración de Alan Howarth. El compás de amalgama de 5/4 vuelve a servir de base, pero está vez se añaden nuevos temas, de corte aún más terrorífico que en la primera película, aunque con un estilo continuista y sin abandonar el score clásico de su antecesora. 

Halloween II: ¡Sanguinario! es una buena secuela, cuya filmación era obligada después del enorme éxito de la original. Respeta las bases del clásico de John Carpenter, reutiliza las técnicas de su antecesora con menor brillantez, pero ofreciendo una más que correcta experiencia de suspense que continúa con dignidad la trama de La noche de Halloween. Con este segundo acto de la historia, se intentó cerrar y concluir la historia de Laurie Strode, Sam Loomis y Michael Myers, pero no se podía dejar morir a la gallina de los huevos de oro, y obviamente, la saga continuó, pero eso es otra historia. Notable película de terror y una muy digna secuela del clásico de John Carpenter. 

Valoración: 3,5/5


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