La filmoteca de Morán
Un rincón donde refugiarse de la realidad y sus desgracias, donde disfrutar del mundo del Séptimo Arte y donde viajar a través del túnel del tiempo de la cinematografía. Películas viejas, nuevas, buenas, malas, variedad de géneros, y todo desde el humilde punto de vista de un servidor.
domingo, 2 de julio de 2017
Sagas de terror y su futuro más inmediato (VIDEO)
Llega mi segundo vídeo del canal. Esta vez dejo atrás mi colección de películas en Blu-ray para analizar el futuro de seis franquicias del cine de terror moderno. Desde las clásicas Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, Halloween y La matanza de Texas, pasando por la más noventera Muñeco diabólico, hasta llegar a la saga de terror de los 2000 por excelencia: Saw. He dejado fuera a otras sagas como Scream o Hellraiser, pero tenéis que entender que el trabajo a la hora de realizar el vídeo ha sido bastante grande y he escogido estas seis por la importancia que tienen dentro del género. El análisis dura casi 27 minutos, y es la puerta a una nueva serie de vídeos sobre franquicias de películas, del género del terror y también de otros, sin olvidar la colección de Blu-ray que seguiré comentando en más vídeos. Espero que os guste.
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lunes, 26 de junio de 2017
Nuevo proyecto enlazado con mi canal de YouTube
Buenas tardes. Primero de todo, lamento no haber publicado críticas durante un largo periodo de tiempo. Esto es debido a que he estado muy ocupado con la universidad, trabajos y demás, pero ahora que viene el verano prometo que volveré a escribir y redactar nuevas reseñas sobre muchas más películas. La entrada de hoy va dedicada a un nuevo proyecto que estoy preparando en mi canal de YouTube. Después de mucho tiempo, he decidido volver a retomar el mismo, y realizar vídeos acerca de cine: críticas de películas, análisis de franquicias, noticias y demás, sirviendo esto de complemento a este blog. Los inicios serán lentos, pero poco a poco iré publicando más. De momento, podéis ver la primera parte de una serie de vídeos sobre mi colección de películas en formato Blu-ray. A lo largo de esta semana, publicaré el segundo vídeo, acerca del futuro de sagas míticas del cine de terror como 'Viernes 13', 'Halloween' o 'Muñeco diabólico'. Espero que este nuevo proyecto sea de vuestro agrado.
Un saludo, y os dejo con el enlace al canal y al primer vídeo,
Canal de YouTube; https://www.youtube.com/user/Biokeir
Primer vídeo:
domingo, 24 de julio de 2016
Halloween 4: El regreso de Michael Myers
Título original: Halloween 4: The return of Michael Myers
Año de estreno: 1988
Director: Dwight H. Little
Un icono. Sin lugar a dudas, Michael Myers es uno de los antagonistas más famosos y célebres de la historia del cine. Un asesino despiadado cuya razón de ser es el desencadenamiento del mal y el exterminio de todo aquel que se cruce en su camino. Y es precisamente esto lo que el público ve en el personaje, así como lo que espera ver en una película de la saga Halloween. Sin embargo, el aficionado más fiel de la franquicia se sintió traicionado por John Carpenter, Debra Hill y Moutapha Akkad cuando acudió al cine a ver Halloween III: Season of the Witch y se encontró con una historia totalmente distinta a la de las dos primeras películas, olvidándose de personajes tan queridos como Laurie Strode o el propio Michael Myers, y siguiendo un camino más cercano al género fantástico y de ciencia ficción de los 50. En definitiva, fue un fracaso, tanto a nivel de aceptación por el público como a nivel puramente crítico. El film dio dinero (costó 2,5 millones y recaudó 14 en EE.UU) pero los productores esperaban un mayor éxito en taquilla y aquí es donde los padres de la saga, los Carpenter, Debra Hill, Akkad, Tommy Lee Wallace y otros muchos, se separaron. Tras el estreno de la tercera película, pasaron seis largos años hasta que pudimos ver otro film de Halloween.
Los derechos de la franquicia fueron vendidos a Trancas International Films, y el productor Moustapha Akkad sugirió la vuelta del personaje de Michael Myers, retomando así la fórmula de las dos primeras partes y obviando el cambio de aires que, en principio, iba a tomar la saga tras la tercera. Por su parte, y pese al fracaso de El día de la bruja, John Carpenter escribió un guión de Halloween 4 en el cual se contaba una historia relacionada con las dos primeras, pero sin incluir a Myers ni recurriendo a la clásica fórmula del slasher. La idea original de la cuarta parte era un relato de terror psicológico, ambientado en Haddonfield, y en el cual los familiares de las víctimas de Halloween y Halloween II sufrían alucinaciones y experiencias paranormales influidas por el mítico asesino de la máscara pálida, resultando un guión mucho más complejo y ''cerebral'' (así lo denominó Akkad cuando lo leyó por primera vez). Los productores se opusieron a la idea de Carpenter y decidieron realizar un slasher convencional, resucitando a Michael Myers y desarrollando una idea mucho más cercana a las entregas de Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street. Como consecuencia, los creadores de la franquicia, John Carpenter y Debra Hill, abandonaron el proyecto y no volvieron a participar más en ningún film de Halloween.
Tras la marcha del cineasta neoyorquino, su guión fue desechado y se contrató a Alan McElroy para que continuase la historia de Halloween II: ¡Sanguinario!, pese a que retomar esta premisa resultaba algo incoherente con el desenlace del film de Rick Rosenthal. Esta nueva idea si convenció a los productores y se dio luz verde a la cuarta entrega. El regreso de Michael Myers se estrenó en 1988, seis años después de Halloween III, contando con un presupuesto de 5 millones de dólares (el doble que en las dos anteriores). Pese a traer de vuelta al personaje de Myers, esta cuarta película marcó la decadencia de la saga en taquilla, recaudando 17 millones de dólares, 3 millones más que la anterior. Aún así, al público le gustó, pues regresaba Sam Loomis, Michael Myers, y en esta ocasión se sustituyó el personaje de Laurie Strode por el de Jamie Lloyd, su hija. Halloween 4 originó una propia trilogía dentro de la saga, que comparte personajes, ambientación y trama con dos filmes posteriores: Halloween 5: la venganza de Michael Myers y Halloween: la maldición de Michael Myers.
Se nota claramente la ausencia de Carpenter y Debra Hill en esta cuarta película de la saga. El tratamiento de la idea y el desarrollo de la historia ya no son igual de fluidos, y el guión es demasiado rebuscado en comparación con las anteriores Halloween. Partiendo de la base, la premisa de Halloween 4 está muy cogida con pinzas, y la ausencia de cierto personaje va de la mano con una explicación muy poco creíble. Además, ciertas escenas son inconexas y carecen de la fuerza necesaria, en especial las que incluyen a Sam Loomis. Es cierto que hay buenas ideas, como el personaje de Jamie Lloyd, hija de Laurie Strode y Jimmy Lloyd (el chico del hospital que flirteaba con Laurie en Halloween II), la respuesta de los habitantes de Haddonfield ante la amenaza de Michael Myers, o la pequeña subtrama amorosa entre el personaje de Rachel y Brady, pero en general se trata de un guión muy plano y que podía haber dado mucho más de si. Danielle Harris lo borda como Jamie Lloyd, sorprendiendo gratamente por su edad y por su desparpajo a la hora de enfrentarse a su tío Myers. Mientras, Donald Pleasence vuelve a interpretar al doctor Sam Loomis, que será quien vuelva a perseguir a su ex paciente a lo largo de toda la película. El resto del reparto cumple sin más, destacando a Ellie Cornell como Rachel y a Beau Starr como el comisario Meeker.
En el apartado artístico, Halloween 4 recurre a un estilo visual clásico ochentero, alejándose del estilo giallo de la segunda entrega. Predominan los tonos ocres, marrones y naranjas, lo que en ocasiones sobrecarga ciertas escenas del film. Peter Lyons Collister se encarga de la fotografía, tras la negativa de Dean Cundey de repetir en esta cuarta película (fue el director de fotografía de las tres anteriores), y el resultado es aceptable, pero distando mucho de lo visto en sus predecesoras. Aquí vemos a Michael Myers en todo su esplendor, sin recurrir a las sombras ni a la oscuridad para crear un mayor suspense en el espectador. Ni rastro de la degradación de luz, ni del cambio de ángulos, pero en la secuencia final si encontramos el recurso de la primera persona, y utilizado de forma muy satisfactoria. A nivel de sangre, no destaca dentro de la propia franquicia pero se sitúa al mismo nivel de ¡Sanguinario!
La marcha de John Carpenter deja al plano musical sin una de sus patas, quedando Alan Howarth como único compositor para esta cuarta entrega. A excepción del tema principal de Halloween, el resto de temas son realizados por Howarth, que recrea el estilo del neoyorquino sin la misma magia, pero con la misma eficiencia. Aún siendo un apartado más que correcto, la banda sonora de este cuarto Halloween es la peor de las cuatro primeras.
Halloween 4: El regreso de Michael Myers es una aceptable secuela, muy similar a otras continuaciones de slashers de la época, por lo que recurre a tópicos como la inmortalidad del asesino, el exagerado bodycount, o los truculentos asesinatos de adolescentes. Sin embargo, es un slasher decente, con un ritmo adecuado, escenas icónicas dentro de la saga y un final impresionante, que no supieron utilizar a su favor en la quinta película. Pese a todo eso, las incoherencias argumentales, el flojo guión y la horrible caracterización de Myers lastran demasiado a un film que no está ni entre los mejores, ni entre los peores de la franquicia de Halloween. Se deja ver, pero está muy por debajo de las dos primeras películas. En otras palabras, cuesta abajo y sin frenos.
Valoración: 2,5/5
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viernes, 22 de julio de 2016
Halloween III: El día de la bruja
Título original: Halloween III: Season of the Witch
Año de estreno: 1982
Director: Tommy Lee Wallace
El dinero es el dinero, y lo queramos o no, es lo que mueve el mundo. Hollywood bien lo sabe, y por eso año tras año se estrenan secuelas, reboots y remakes, productos basados en otros que gozaron de un gran éxito en el pasado. Esto no es algo nuevo, pues ya hace 20 o 30 años vimos franquicias que se prologaron hasta la saciedad, repitiendo la misma fórmula una y otra vez hasta que el producto daba síntomas de agotamiento. Halloween es una de ellas. Tras el bombazo en taquilla que supuso la primera parte, y el eficiente éxito de la segunda, John Carpenter y Debra Hill se reunieron con el productor Moustapha Akkad para hablar de la posibilidad de realizar una tercera entrega. Y así fue
Tan solo un año después de Halloween II, el neoyorquino y su compañera idearon un proyecto alejado del argumento de las dos primeras películas, y centrándose en la propia festividad de Halloween. La historia de Laurie Strode, Sam Loomis y Michael Myers se había concluido en el anterior film, y esta tercera sería el comienzo de una nueva serie de entregas, todas independientes y sin compartir argumento entre ellas, ni tampoco mostrando relación con los acontecimientos ocurridos en Haddonfield el 31 de octubre de 1978. Esta premisa destacaba por su originalidad y estilo creativo, pero Akkad no compartía la opinión de Carpenter, pensando que el público echaría de menos al personaje de Michael Myers. Aún así, el guión escrito por John Carpenter y Debra Hill convenció al productor sirio y la Universal dio luz verde a Halloween III: Season of the Witch. Tras la negativa de Tommy Lee Wallace de dirigir la segunda parte (por su estricta continuidad con la original), el cineasta nacido en Kentucky accedió a dirigir esta tercera película, por su innovador y renovado argumento, que nada tenía que ver con las anteriores Halloween.
El día de la bruja contó con un presupuesto idéntico al de su antecesora, 2,5 millones, y recaudó 14 millones de dólares en cines de Estados Unidos, obteniendo beneficios pero conformando un gran fracaso, tanto para los productores como para los responsables del film. Esta tercera entrega contaba con identidad propia y dio dinero, pero se alejó mucho del gran éxito de las dos primeras partes, quedando olvidada dentro de la propia franquicia de Halloween. Los aficionados de la saga la odiaron desde el primer momento, ya que Michael Myers no aparecía, ni tampoco Laurie Strode y el doctor Sam Loomis. Hoy en día, y aunque mucha gente adora la película por su tufo a serie B ochentera, se encuentra entre las peores secuelas del cine de terror y en ese pequeño grupo de películas bizarras que nadie comprende, además de tratarse de la entrega que menos recaudó en taquilla junto a Halloween 5: la venganza de Michael Myers (Dominique Othenin-Girard, 1989). Ante tal tesitura, Universal Pictures vendió los derechos de la franquicia a Trancas International Films, que años después resucitaría a Michael Myers en la cuarta parte de la saga.
El film de Tommy Lee Wallace es realmente único. Y esto puede entenderse desde dos ángulos distintos: lo positivo y lo negativo. Halloween III cuenta una nueva historia, un aterrador cuento ambientado en la víspera de difuntos, impregnado de una fantasía desbordada, propia de las películas de serie B de los años 50 y 60. En esta ocasión, un doctor llamado Daniel Challis, junto a su compañera Ellie, se vería envuelto en una trama de brujería comandada por Conal Cochran, director de una empresa que fabrica máscaras de Halloween con fines diabólicos. No se puede negar que la idea es original y utópica, pero no esta bien explotada y cojea a la hora de articular el guión, que claramente está estirado con escenas que poco o nada aportan al argumento. Los personajes son planos y muy olvidables, salvándose de la quema el protagonista (interpretado por Tom Atkins) y Cochran, aunque de este último no se acaba de explotar todo su potencial y lo que podría haber aportado a la trama del film. Una lástima. El reparto es correcto, contando con contrastados actores como Tom Atkins y Dan O' Herlihy, que lo hacen realmente bien, y con otros de menor categoría como Stacey Nelkin (que tampoco lo hace nada mal interpretando a la guapa Ellie) y Ralph Strait, que da vida a un padre de familia algo fanfarrón.
Visualmente, Season of the Witch es continuista del estilo de las dos primeras partes, recurriendo a los azules y negros como en la primera entrega, pero resaltando los rojos, verdes o naranjas, herencia de Halloween II. Los planos y secuencias recuerdan al estilo John Carpenter, y realmente parece que hayan mezclado la estética Halloween con la temática de películas de ciencia ficción setentera como La invasión de los ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978). Se olvida a Michael Myers, y con ello desaparecen las cuchilladas y asesinatos, perdiendo esta tercera entrega el factor slasher que acompañaba a las dos primeras partes, pero sin renunciar a la violencia. Tom Burman, encargado de la vertiente artística y de maquillaje, nos ofrece alguna que otra escena para el recuerdo del cine de terror ochentero, pero los terribles efectos especiales remarcan duramente la categoría de ''b movie'' de Halloween III.
Nuevamente, esta tercera entrega de la saga se ve reforzada en su vertiente musical. Como en Halloween y Halloween II, John Carpenter y Alan Howarth nos ofrecen una banda sonora escalofriante, con temas nuevos que se alejan de los de sus predecesoras, pero conservando la esencia y la magia. Mención especial a la pegadiza cantinela del anuncio de las máscaras, algo icónico y que es de lejos lo más recordado de esta película. Clic aquí para escuchar la canción
Halloween III: El día de la bruja es una secuela atípica, rodeada de un aire bizarro ochentero encantador, pero que a su vez dota a la película de una simpleza desmedida, que además cojea en varios puntos del guión. Como conjunto de la saga de Halloween, resulta ser un desastre absoluto, pero como film independiente de la franquicia de Michael Myers, se trata de una película de serie B entretenida y muy curiosa, llena de homenajes al cine de ciencia ficción 50's y al film original de 1978 dirigido por John Carpenter. Extravagante pero diferente, y eso juega a su favor y en su contra. Podrás amarla u odiarla, pero no deja indiferente a nadie. Por mi parte, se trata de un film curioso y que se deja ver, con mismas luces que sombras, y que ofrece una perspectiva fresca a la festividad de Halloween. Serie B pura y dura, pero con honestidad.
Valoración: 2,5/5
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jueves, 21 de julio de 2016
Halloween II: ¡Sanguinario!
Título original: Halloween II
Año de estreno: 1981
Director: Rick Rosenthal
Si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Es ley de vida, y como tal, se adapta a todo. Da igual si hablamos de comida, de música o de cine. Cuando un producto tiene éxito, la fórmula se mantiene a la hora de elaborar otros nuevos, respetando así los gustos del público, que es, a fin de cuentas, quien paga por consumir dicho producto. Esto mismo ocurre con todas las franquicias del cine, y Halloween no iba a ser menos. Tras el enorme éxito de la primera película, las productoras cinematográficas pusieron su atención en la obra de Carpenter, copiando sus esquemas y elaborando nuevas películas slasher con aspectos ligeramente distintos, pero con una base argumental y de desarrollo prácticamente idéntica. Así nacieron películas como Viernes 13 (Sean S. Cunningham, 1980), San Valentín sangriento (George Mihalka, 1981) o El asesino de Rosemary (Joseph Zito, 1981), todas ellas explotando el factor gore y ofreciendo al espectador cruentos asesinatos acompañados de grandes cantidades de vísceras y tripas, rompiendo así la magia que hizo grande al film de John Carpenter.
Tres años después de la original Halloween, el productor Moustapha Akkad puso en marcha la secuela, contando para ello con la participación de los responsables de su predecesora. En esta ocasión, Carpenter no quiso dirigir la película, y se encargó de la producción, guión y música, mientras que Debra Hill colaboraría en la escritura del guión. El cineasta neoyorquino le comentó a Tommy Lee Wallace (uno de los responsables de la primera Halloween, y amigo de Carpenter) si quería dirigir el film, pero rechazó la oferta y abandonó el proyecto al leer el guión, que seguía por los mismos derroteros de la original, contando de nuevo con Michael Myers, Laurie Strode y el doctor Sam Loomis. Por tanto, se eligió para el puesto de director a Rick Rosenthal, que había dirigido un cortometraje que llamó la atención de John Carpenter. Por otro lado, esta vez la película si contó con una gran productora a su espaldas: la Universal Pictures, que había comprado los derechos de la franquicia tras el gran éxito de La noche de Halloween.
Halloween II, o ¡Sanguinario! (que es como se la llamó aquí en España) contó con un presupuesto de 2,5 millones de dólares, superior al de la primera entrega, y recaudó 25 millones en cines de Estados Unidos, una cantidad menor a la conseguida por su antecesora, pero igualmente exitosa, superando a otras películas de terror estrenadas ese año como Viernes 13 parte 2 (Steve Miner, 1981) o El final de Damien (Graham Baker, 1981). La mayoría del elenco original repitió en esta secuela, que pretendió cerrar la historia de Laurie y Michael Myers, haciendo de continuación directa de Halloween, y conformando un único y largo acto terrorífico ambientado en la víspera de difuntos. La recepción fue buena, al público le gustó esta segunda parte y las arcas siguieron llenándose, gracias al merchandising y productos relacionados con ambas películas.
Hablar de esta secuela no es nada fácil, pues existe una especie de ''leyenda urbana'' sobre quien dirigió realmente la película. La primera versión del film, filmada por Rosenthal en su totalidad, carecía del visto bueno de Carpenter y Moustapha Akkad, así como de la productora, por lo que esta mandó al director de la primera película rodar secuencias nuevas para sustituirlas por las filmadas por Rick Rosenthal, resultando así la versión definitiva de Halloween II. Esto se nota realmente en algunas escenas, que evocan a los planos, ángulos y perspectivas que vimos en La noche de Halloween. El estilo visual es calcado al de la original, mostrando una continuidad absoluta en el ritmo y la iluminación. Básicamente, ambas películas podrían conformar una sola, ya que visualmente son prácticamente idénticas, y comparten trama personajes y ambientación.
La película continúa justo unos segundos después del final de Halloween, rememorando el desenlace de esta en una especie de prólogo, para después continuar con los créditos iniciales y una nueva historia que se desarrolla en la misma noche que la primera. No voy a contar una sinopsis, pues no quiero destripar el final de la primera a aquellos que aún no la hayan visto, y además se trata de un segundo episodio que requiere del visionado del primero, pues repiten personajes y se continúan las tramas del film de John Carpenter. El desarrollo es enérgico pero respeta el elemento del suspense, pilar fundamental de su antecesora, utilizando los viejos trucos como la degradación de la luz o la vista en primera persona. En cuanto al guión, es efectivo e interesante, desvelando nueva información acerca del personaje de Michael Myers, así como aspectos relacionados con Laurie Strode y el doctor Sam Loomis. Este duo vuelve a estar interpretado por los mismos actores. Jamie Lee Curtis repite en el papel de Laurie, pese a que en esta ocasión se le da un menor protagonismo en detrimento del mayor peso argumental del doctor Loomis, que vuelve a ser interpretado por un excelente Donald Pleasence, mientras que Dick Warlock es el encargado de ponerse la mítica máscara de Michael Myers. En general, el resto del reparto está a un nivel correcto, destacando Lance Guest en el papel de Jimmy.
A nivel artístico, esta segunda parte repite los mismos esquemas de la primera, utilizando escenarios lúgubres y oscuros, jugando con la iluminación y prevaleciendo los interiores para las secuencias de suspense. Otro aspecto destacable es la fuerte influencia del giallo (género del cine italiano que juega con el suspense y muestra los crímenes de un asesino) en la paleta de colores del film, apoyándose más en los rojos y verdes, a diferencia del color azulado a franjas de la primera película. Sin embargo, el creciente éxito de los slashers de la época contagió a esta Halloween II, que rompe con la decisión tomada en la original de no incluir apenas sangre. Aquí vemos a Myers acuchillar, decapitar y sembrar el terror, con escenas sangrientas que, si bien no llegan al nivel de otras películas como la ya nombrada Viernes 13, acercan a esta secuela al género slasher gore tan típico en la década de los 80.
En la mayoría de apartados, Halloween II es inferior a Halloween, pero hay uno que resiste el tipo realmente bien, y está al mismo nivel: la música. John Carpenter repite como compositor de la banda sonora de la película, con la colaboración de Alan Howarth. El compás de amalgama de 5/4 vuelve a servir de base, pero está vez se añaden nuevos temas, de corte aún más terrorífico que en la primera película, aunque con un estilo continuista y sin abandonar el score clásico de su antecesora.
Halloween II: ¡Sanguinario! es una buena secuela, cuya filmación era obligada después del enorme éxito de la original. Respeta las bases del clásico de John Carpenter, reutiliza las técnicas de su antecesora con menor brillantez, pero ofreciendo una más que correcta experiencia de suspense que continúa con dignidad la trama de La noche de Halloween. Con este segundo acto de la historia, se intentó cerrar y concluir la historia de Laurie Strode, Sam Loomis y Michael Myers, pero no se podía dejar morir a la gallina de los huevos de oro, y obviamente, la saga continuó, pero eso es otra historia. Notable película de terror y una muy digna secuela del clásico de John Carpenter.
Valoración: 3,5/5
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miércoles, 20 de julio de 2016
La noche de Halloween
Título original: Halloween
Año de estreno: 1978
Director: John Carpenter
Trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=T5ke9IPTIJQ
https://www.youtube.com/watch?v=T5ke9IPTIJQ
Miedo. El ser humano tiene miedo a muchas cosas. Unos temen a las arañas o serpientes, otros a la oscuridad, y algunos simplemente viven intentando alejarse de todo tipo de preocupaciones, evadiéndose del mundo real. Pero hay algo que todos, o por lo menos cualquier persona cuerda, teme: la muerte. Y eso es algo que ha sido duramente explotado en el cine, así como en series de televisión y libros. También podemos hablar de otro concepto que explica, muy fácilmente, el éxito de las películas ''slasher'' (por su traducción, de cuchilladas o machetazos), y es que al público le gusta ver morir a gente en la pantalla, es el morbo, la identificación con los personajes y el dramatismo de la historia que se cuenta, ni más ni menos.
Alfred Hitchcock atemorizó a los espectadores de todo el mundo con su obra maestra, Psicosis (Psycho, 1960), una película que narraba con maestría y suspense la ficticia historia de Norman Bates, un asesino que idolatraba a su madre, así como los aterradores crímenes que este perpetró. 18 años después, un joven cineasta de 29 años llamado John Carpenter, junto con su compañera Debra Hill, ideó un proyecto de terror cimentado en la figura de las niñeras (las denominadas canguros, aquí en España). Pese a que solo había dirigido una película, Asalto a la comisaria del distrito 13 (Assault on Precint 13, 1976) , el talento del director neoyorquino era indiscutible, pues su primer largometraje había cosechado buenas críticas y funcionado en taquilla, siendo considerada hoy en día como un obra de culto. Ese guión basado en asesinatos de niñeras fue evolucionando y acabó convirtiéndose en lo que hoy conocemos como Halloween, obra fuertemente influenciada por Psicosis y La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974).
La película fue rodada en 20 días, con un ínfimo presupuesto de 320.000 dólares (fueron 300.000 originalmente, pero tuvieron que ampliarlo en 20.000 para pagar a Donald Pleasence) y no fue apadrinada por ninguna gran productora, ventaja de la que si gozó una de las hermanas en su género, Viernes 13 (Sean S. Cunningham, 1980). Compass International distribuyó el film en varias ciudades de los Estados Unidos, y, al contrario que ocurre en todas las películas cuando se estrenan, la recaudación en taquilla fue ascendente y no decreciente. Su éxito fue brutal, cuando nadie, ni tan siquiera el productor Moustapha Akkad ni el propio director John Carpenter imaginaban tal cosa. La película hizo un total de 70 millones de dólares en todo el mundo, y 47 millones en los cines de EE.UU, eso sin contar su éxito en videoclubs, merchandising y productos relacionados con el film. Halloween fue un éxito total y absoluto, y originó una larga saga de películas, al igual que ocurrió con otras franquicias de terror como Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, Muñeco diabólico o La matanza de Texas.
Ciertamente, La noche de Halloween es una película de terror brillante en todas sus facetas. El guión es simple pero funciona a la perfección, plagado de situaciones terroríficas y sustos genialmente orquestados por Carpenter. Los clichés están presentes, pero su ejecución es tan notable que el resultado final es realmente bueno. El argumento nos presenta a la típica adolescente responsable, Laurie Strode, quien se verá acechada por un misterioso hombre que se ha fugado de un centro psiquiátrico: Michael Myers, que secuela tras secuela se convertiría en uno de los mayores asesinos del cine de terror.
En lo referente a los personajes, destacan claramente dos, y ambos llevan un importante peso en la trama, ajeno al del villano. El primero de ellos es la ya nombrada Laurie Strode, interpretada por una joven Jamie Lee Curtis, hija del matrimonio de Hollywood entre Tony Curtis y Janet Leigh (esta última interpretó el papel protagonista en Psicosis de Hitchcock). Su actuación es muy correcta, sorprendiendo gratamente en muchas escenas, en especial en su parte final, lo que la catapultaría al título de Scream Queen durante muchos años. El segundo personaje es el doctor Sam Loomis, antagonista de Michael Myers en la historia, interpretado por el gran Donald Pleasence, que desgraciadamente falleció en 1995 tras protagonizar la sexta entrega de la franquicia, Halloween: la maldición de Michael Myers (Joe Chappelle, 1995). Su actuación es fantástica, dotando a Loomis de una energía que contrasta con la pasividad de los policías y fuerzas de seguridad de Haddonfield. Literalmente, se come la pantalla cada vez que aparece, y sin duda fue una gran elección de casting. *Para el papel del doctor Loomis, Carpenter pensó inicialmente en Peter Cushing y Christopher Lee, pero ambos rechazaron la oferta. Años más tarde, Lee reconoció que se arrepintió de no haber querido participar en la película. El resto de actores cumplen sobradamente, destacando Nancy Loomis como Annie y Nick Castle como Michael Myers.
El pilar fundamental de la película, y una de las más poderosas razones de por qué funciona, es su banda sonora. Halloween cambia totalmente con música. Sin ella, seguramente hoy en día no se la recordaría de la misma forma. Y lo más sorprendente es que fue compuesta por el propio John Carpenter, que ya ocupaba las tareas de dirección, guión y producción, y en tan solo 4 días. Para ello, el realizador se valió de unos bongos que le regaló su padre cuando era adolescente, y gracias a un compás de amalgama de 5/4 (dos compases de 3/4 y 2/4) logró crear la base del tema principal del film. Después, al tocarlo en piano, el resultado fue simplemente aterrador. Así nació una de las BSO más famosas del cine de terror.
La fuerza de La noche de Halloween, a diferencia de lo que ocurre con otros slashers, radica única y exclusivamente en el suspense. Juegos de luces, degradación de la iluminación...todos son pequeños trucos que juntos conforman una gran genialidad. Esto se puede ver en una de las escenas de la película, en la que vemos a un Myers oculto en la oscuridad tras su víctima, y la luz va ofreciéndonos poco a poco un tenue pero espeluznante plano de su pálida máscara. En Halloween no hay sangre, no hay vísceras ni tripas. Aquí todo se sugiere, no se muestra. Mueren personas, pero se juega con las perspectivas, el punto de vista del asesino y apenas vemos una gota de sangre. Desgraciadamente, esto fue desapareciendo a lo largo de las secuelas hasta rebajarse al mismo nivel que los slasher gore de la época.
En definitiva, Halloween de John Carpenter es una obra maestra del cine de terror, un film aterrador e inmortal, que descansa en la cumbre del género junto a otros clásicos como El exorcista (William Friedkin, 1973) o la ya nombrada Psicosis. Después de 38 años, la película sigue funcionando igual de bien y cada plano es una oda al suspense y al buen cine. Pasarán décadas y décadas y este grandioso film de terror seguirá siendo recordado, tanto por su brutal éxito como por su enorme calidad cinematográfica. Una obra de Carpenter irrepetible, referente absoluto del slasher y del buen cine de terror.
Valoración: 4,5/5
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domingo, 19 de junio de 2016
Viernes 13 (1980)
Título original: Friday the 13th
Año de estreno: 1980
Director: Sean S. Cunningham
Trailer:
El cine de terror se encuentra en constante cambio. Atrás quedaron los míticos asesinos psicópatas que aterrorizaron a las masas en las décadas de los 80 y 90. El fenómeno 'remake' ha azotado duramente a estas emblemáticas figuras del horror, otorgando al público una visión recortada de sentimientos y corazón de títulos tan icónicos como Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984), La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) o la que analizo en esta crítica de hoy: Viernes 13. Dejando de lado la reciente versión del 2009, o las numerosas secuelas de la franquicia, es vital reconocer la importancia de la primera película, la original Friday the 13th, de 1980.
El éxito de La noche de Halloween (John Carpenter, 1978) desató una oleada de cine slasher que copiaba punto por punto las pautas de la obra de Carpenter, tanto en su forma como en su desarrollo argumental. Paramount no desaprovechó la oportunidad, y tras asimilar la fórmula de este subgénero del terror, dio luz verde a un proyecto basado en la superstición occidental del viernes 13 (martes 13 en algunos países, como España, Perú o Chile). Los ingredientes del éxito estaban asegurados: adolescentes, sangre y cuchilladas, así como viejas reglas inquebrantables como la muerte de aquellos que practiquen sexo, y la supervivencia de la protagonista virgen. Así, la película se estrenó un viernes 13 de junio de 1980, con un presupuesto ínfimo de 550.000 dólares. El éxito en taquilla fue brutal, recaudando cerca de 60 millones de dólares y convirtiéndose en uno de los mayores taquillazos de la historia del cine en relación a su coste. La crítica no la acompañó de la misma forma, pero hoy en día es uno de los clásicos del cine de terror y considerada una película de culto.
Las vírtudes cinematográficas de Viernes 13 son, ciertamente, justitas. El guión es simple y efectivo (jovencitos que van a un campamento supuestamente maldito y acaban siendo asesinados por un psicópata) con el giro final y la identidad secreta del asesino como principales vírtudes, pero a su vez resulta excesivamente plano en algunos momentos, dando poco juego a ciertos personajes interesantes que podían haber aportado más al desarrollo de la historia. Obviamente no voy a desvelar la sorpresa final, pues es uno de los puntos fuertes de la película, y un sello que la diferencia del resto de la franquicia. En este caso, bebe mucho del giallo italiano, jugando con la perspectiva de la cámara y el recorte de encuadres para ocultar al espectador la identidad del villano. Por otra parte, el reparto cumple con su función, tratándose de jóvenes cuyo única razón de ser es escapar del psicópata para posteriormente ser brutalmente asesinado. Destacan Adrienne King, la chica protagonista, que aparecería también en el prólogo de la secuela, Viernes 13 parte 2 (Steve Miner, 1981). y un jovencísimo Kevin Bacon, dando sus primeros pasos como actor y encarnando a uno de los chicos del campamento Crystal Lake,
Otro acierto son los efectos especiales y maquillaje, a cargo de Tom Savini. El resultado es más que notable teniendo en cuenta el bajísimo presupuesto del que gozó este film, así como las limitaciones de la época, Escenas como el asesinato del personaje de Kevin Bacon (memorable, sin duda lo más recordado del film junto con el final) o la secuencia del final en el lago quedarán grabadas para siempre en la memoria del aficionado al cine de horror. Harry Manfredini dota a la película de una buena banda sonora, destacando el tema principal, que se convertiría en una de las más recordadas del género, junto con la cantinela de Pesadilla en Elm Street o la BSO de La noche de Halloween.
Viernes 13 es un clásico del terror, y lo seguirá siendo año tras año. Sin embargo, el paso del tiempo no ha sentado bien a la película de Sean S. Cunningham, quien dirige de forma rutinaria, pesada y no es capaz de avivar el filme ni darle personalidad auténtica para codearse con sus dos hermanas en el género (Pesadilla y Halloween). No es una mala película, pero tampoco brilla dentro del género del terror y es mucho más convencional y sosa que otras entregas de la propia franquicia de Friday the 13th. Cuenta con algunos sustos y secuencias para la memoria, pero le falta mucho ritmo y mala baba para ser recordada como el buque insignia de la saga, algo que, por supuesto, no es. Como icono de la cultura pop es innegable. Como película, mejorable.
Valoración: 3/5
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